lunes, 19 de septiembre de 2011

Schoklender amplió la denuncia contra Bonafini


El ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo presentó un escrito ante el juez Oyarbide que asegura que habría cuentas a nombre de Hebe por más de €2 millones. El juzgado pidió información a España para corroborar el dato. También reveló que dinero de la fundación se utilizó para financiar campañas
Schoklender amplió la denuncia contra Bonafini
Crédito foto: Télam
Sergio Schoklender, ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, presentó un escrito ante el juzgado federal de Norberto Oyarbide, que investiga las irregularidades en el manejo de los fondos de la organización que eran destinados al plan Sueños Compartidos.
En el mismo, señala que Hebe de Bonafini tendría cuentas a su nombre en la Caja de Asturias, en España, y que existirían comprobantes bancarios por unos 2 millones de euros.
Las cuentas también estarían a nombre de Mercedes Meroño, vicepresidente de la organización.
El escrito presentado por Schoklender también señala que existirían otras cuentas en un banco de las islas Canarias, en Italia y en Francia.
Ante esta información, el juez federal Norberto Oyarbide ya mandó a España, mediante Cancillería, un exhorto para solicitar información sobre la cuenta bancaria que denunció Schoklender.
Finalmente, Sergio Schoklender reveló que dinero de la fundación se utilizó para financiar campañas políticas.

Ahora es Schoklender y varios más


Al final, saltó el infierno tan temido. Después de tres meses, Sergio Schoklender prendió el ventilador y salpicó en grande , con lo que afirma son pruebas, a funcionarios del Gobierno, Hebe de Bonafini y gobernadores. Uno puede elegir en el escrito que presentó ante el fiscal antilavado Plee y en el juzgado de Oyarbide donde se lo investiga (Ver: Denuncian financiamiento de las Madres a campañas K).
Para empezar, el Gobierno. Dice que la Fundación hizo aportes a las campañas de Cristina, Amado Boudou y Abel Fatala , el funcionario que desde el Ministerio de Planificación debía controlar los gastos en las obras adjudicadas a las Madres. Schoklender dice que llevó facturas que pagó por arriba de un millón y medio de pesos. Plata que recibía del Estado y que volvía al Gobierno para financiar la política .
Luego, la presidenta de las Madres. Según Schoklender, Bonafini abrió cuentas en un banco de España nada menos que por más de 2 millones de euros . En el revoleo, de distintas maneras entran los gobernadores Scioli, Capitanich y Zamora y también intendentes, la ministra Giorgi y Pablo Moyano.
Probablemente deprimido, aunque siempre frío, el ex apoderado de Bonafini debe saber por qué se decidió a cruzar el Rubicón.
Hay algo extraño en su conducta y eso no es nuevo. Pero parece descontrolado luego de que allanaran el colegio Jean Piaget, del que se hizo dueño y al que concurre su hijo . Hasta sus abogados lo abandonaron: ahora se defiende a sí mismo y volvió a usar el título de doctor que obtuvo en la cárcel.
Ni Bonafini ni el propio Schoklender han sido aún llamados a declarar. Pasaron las primarias y Oyarbide ya lleva seis prórrogas del secreto del sumario , un récord que bloquea el acceso al expediente. Y a conocer cómo está la investigación. Schoklender decidió no esperar hasta las presidenciales de octubre como seguro unos cuantos pretendían. Ahora el caso será Schoklender y varios más.

El 14 de agosto, Hebe de Bonafini fue de las primeras en ingresar al Hotel Intercontinental donde Cristina Kirchner esperaba el resultado de las elecciones primarias. Iba del brazo del subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, hombre clave en la asignación de los contratos de construcción de viviendas del programa Sueños Compartidos, que culminó en el centro de la investigación por administración fraudulenta y lavado de dinero en la Fundación Madres de Plaza de Mayo.
La foto de Bonafini del brazo de Fatala la noche de la contundente victoria de la Presidenta era toda una definición del estado situación.
No había ningún intento por parte del Gobierno por disimular el estrecho vínculo entre las Madres y los principales funcionarios del Ministerio de Planificación. Los boca de urna que ya circulaban a esa hora demostraban que el escándalo no había pasado factura electoral al oficialismo.
Después del primer cimbronazo cuando se destapó el affaire Sueños Compartidos, el Gobierno trazó una estrategia para despegar a las Madres de cualquier sospecha y descargar todas las culpas en la administración infie l de Sergio Schoklender. El ex apoderado de la Fundación sería el único y exclusivo chivo expiatorio.
Ayer, esa estrategia parecía redoblarse. “Ese muchacho es una mierda. Lo que le hizo a las Madres no tiene perdón. Es obvio que ahora va a intentar embarrar al resto del mundo para salvarse. Pero ya no tiene salvación”, dijeron a Clarín en un despacho de la Casa Rosada.
Otro funcionario nacional y un legislador kirchnerista que estuvo involucrado en la campaña porteña no se sorprendieron ante la información aportada por Schoklender a la Justicia indicando que la Fundación colaboró con las campañas publicitarias de Fatala y a Amado Boudou durante aquella atípica competencia por la candidatura a Jefe de Gobierno que al final quedó en manos de Daniel Filmus.
Ambos tenían información de que los afiches de Fatala y Boudou habrían salido de una imprenta de la Fundación. “Y no me parece mal ni ningún delito”, acotó el funcionario. Aunque admitió que sería distinto si, como sugiere Schoklender, para solventar los carteles s e desvió dinero que recibía la Fundación para la construcción de viviendas y otros menesteres.
A principios de junio, Aníbal Fernández recibió en su despacho a Hebe. Para entonces, la titular de Madres había abandonado su parco silencio para asegurar que los Schoklender eran “estafadores y traidores” y deberían rendir cuentas ante la Justicia. En aquel encuentro, el jefe de Gabinete ofreció asistencia para que las Madres salieran del atolladero administrativo y traspasaran las obras en marcha a los gobiernos provinciales, cooperativas y empresas cercanas al Gobierno para calmar a los obreros que llevaban sus protestas por salarios impagos a las rondas de los jueves de las Madres, frente a Balcarce 50.

Denunció Schoklender a Bonafini y a funcionarios


Sergio Schoklender, el ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, no se quedó en amenazas. Presentó ante la Justicia un escrito con su firma en el que denuncia que Hebe de Bonafini tiene cuentas en bancos europeos, que su organismo pagó gastos de la campaña electoral del kirchnerismo y que el avión privado en el que se movía fue usado por funcionarios nacionales.
En su embestida para involucrar al gobierno nacional, Schoklender fue más allá y apuntó también contra el juez federal Norberto Oyarbide, a cargo de la causa. Dijo que había entregado al juzgado documentación que permitiría probar estas afirmaciones y que estos papeles estarían en la caja fuerte del tribunal.
Por lo pronto, Oyarbide tomó medidas urgentes, anticiparon fuentes del caso. Envió ayer exhortos a bancos europeos para establecer si es cierto lo que dijo en su denuncia Schoklender, que buscadesligarse de las acusaciones en su contra, apurar una definición del juez y complicar a las Madres de Plaza de Mayo y al gobierno nacional.
La presentación de Schoklender , según dijeron a LA NACION tres fuentes judiciales, fue realizada el martes cuando pasó por tribunales con la idea de entrevistarse con Oyarbide. Como el juez no lo recibió, buscó tener una audiencia con el fiscal Raúl Pleé, que está a cargo de investigaciones por lavado de dinero y ayuda en esta causa. Pero como Pleé no es el fiscal natural del caso, no lo recibió. No obstante, Schoklender le dejó un escrito que lleva su firma en el que señala que él mismo le habría entregado al juez Oyarbide evidencias de que Hebe de Bonafini tendría cuentas a su nombre en la Caja de Asturias, en España, y que existirían comprobantes de depósitos por unos 2.000.000 de euros. Las cuentas estarían también a nombre de Mercedes Meroño, una de las madres, de 85 años, vicepresidenta de la entidad.
Fuentes del organismo reconocieron ante LA NACION que Madres de Plaza de Mayo tenía una cuenta en la Caja de Asturias, hasta hace cinco años. Y que tanto Hebe de Bonafini como Meroño figuraban como titulares, pero aclararon que la cuenta fue cerrada hace 5 años y que su saldo llegó a 100.000 dólares.
Señala el escrito de Schoklender que Bonafini habría retirado dinero desde Buenos Aires de la cuenta de Asturias. Menciona que existirían otras cuentas en un banco de las islas Canarias, en Italia y en Francia. Parte de toda esta información había circulado la última semana por las redacciones de medios de comunicación en forma de un correo electrónico anónimo.
El escrito que adjuntó Schoklender a Pleé y que el funcionario puso en manos del fiscal Jorge Di Lello, fiscal natural de la causa, menciona que existiría un listado de facturas de gastos de campaña, por el pago de afiches y a consultoras, de acciones realizadas por el subsecretario de Obras y Servicios Públicos, Abel Fatala; por el ministro de Economía, Amado Boudou, y por la presidenta Cristina Kirchner. Schoklender asegura que esas facturas ascenderían a 1.500.000 pesos y que fueron pagadas por la fundación. El fiscal Di Lello entregó el escrito al juez Oyarbide.
En su presentación, Schoklender señaló, además, que obran en poder del juzgado supuestos contratos firmados por Meldorek, la constructora de Schoklender, con el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich; el intendente de Tigre, Sergio Massa; el gobernador de Santiago del Estero. Gerardo Zamora, y el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli.
Asimismo, el escrito menciona que en los aviones de Meldorek habrían viajado la ministra de Industria, Débora Giorgi, Capitanich y Pablo Moyano, hijo del líder de la CGT. Fuentes del ministerio desmintieron que Giorgi hubiera volado en uno de esos aviones, pero otras fuentes cercanas a la empresa insistieron en que fue una de las pasajeras.
Desde las Madres negaron tener algo que ver con los gastos de campaña de Fatala, Boudou y la Presidenta. Además, dijeron desconocer los contratos firmados entre Meldorek y Capitanich, Massa, Zamora y Scioli, así como el listado de funcionarios que viajaron en los aviones.
Schoklender agrega que está en conocimiento del juzgado que Alejandra Bonafini, hija de Hebe, realizó operaciones inmobiliarias por 470.000 dólares, que compró una vivienda en 380.000 dólares y un departamento en 90.000 dólares, que luego vendió a Meldorek en 20.000.

LA CAJA FUERTE

Ante la posibilidad de que la documentación que mencionó Schoklender esté dentro de las ocho cajas que entregó el acusado hace un mes a la Justicia, Di Lello terminó ayer de abrirlas, pero no encontró evidencias de importancia. No halló constancias de cuentas o de la impresión de materiales de campaña. Sí había comprobantes de gastos de Meldorek y balances de su empresa.
Donde se supone que están los documentos que respaldan las denuncias de Schoklender es en la caja fuerte de Oyarbide. Schoklender le pidió al juez que los guardara allí cuando se presentó al juzgado el 10 de agosto con una pila de papeles y un pedido para que lo sobresean. Se cansó de esperar una respuesta.
ACUSACIONES CRUZADAS DESPUÉS DE LA RUPTURA
"Los Schoklender son estafadores y traidores, pero igual voy a seguir creyendo en la gente"
"Se está investigando muy seriamente para que vayan presos los que tengan que ir; eso lo tengo muy claro"
"Una cosa son los Schoklender y otra cosa, las Madres, que pusimos el cuerpo"
HEBE DE BONAFINI. Madres de Plaza de Mayo
  • Habría cuentas a nombre de Hebe de Bonafini en España, en la Caja de Asturias, con comprobantes de depósitos por 2.000.000 de euros.
  • Hay facturas de gastos de campaña en afiches y consultoras por cuenta de Abel Fatala, Amado Boudou y Cristina Kirchner, pagados por las Fundación, por $1.500.000.

SERGIO SCHOKLENDER. Ex apoderado de las Madres
LOS NÚMEROS DE UN PLAN FINANCIADO POR EL GOBIERNO
  • $ 765 
    millones 

    Es la suma que el gobierno nacional envió a las Madres para la ejecución del plan de viviendas en el país.
  • $ 1265 
    millones 

    Es el monto total de la inversión que estaba previsto realizar en este programa.
  • 5000 
    empleados 

    Son los que estaban contratados para realizar las obras de la fundación en todo el país.
  • 4788 
    casas 

    Son las que fueron construidas con el plan oficial, a los que se suman unos 10 centros de salud.

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Alvarez Vaquera Ramiro.
Tomas Martinez García.